¿ESTRECHEZ O
ENSANCHAMIENTO?
Por John C. Miller
Una vez más, Dios se ha de manifestar en el mundo con el que
tal vez sea el último y gran mover de su Espíritu entre los
gentiles. De todas partes, llegarán noticias que nos llenarán
de asombro, y, ante tales eventos, algo muy importante se
producirá en nosotros; algo llamado ensanchamiento: de nuestro
corazón, de nuestra concepción de Dios y del ministerio. El
profeta dijo en Isaías 54: 1-4 "Ensancha el sitio de tu
tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendida; no
seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque te
extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu
descendencia heredará naciones... No temas, porque no serás
confundida; y no te avergüences, porque no serás
afrentada."
Su espíritu nos impulsa. Si no nos ensanchamos, no formaremos
parte de lo que Dios desea hacer.
Considero que cuando Dios sana al Hombre de la estrechez
religiosa, se opera un milagro aún mayor que aquel que pudiera
recibir un ciego o un paralítico. Esta estrechez está rodeada
de sólidos conceptos teológicos y doctrinales. A pesar de
conocer a Dios, sus caminos, sus pensamientos, y su forma de
obrar, somos muy escasos. Dios quiere transcender toda barrera.
Qué hacer cuando hay conflictos entre mente y corazón. Cómo
definir si lo que oímos y vemos es el presagio de un nuevo
aliento de Dios hacia la Iglesia o de una burda imitación de
Satanás. Proviene esto de Dios o del diablo? Se tratará acaso
de un mover de Dios o del cumplimiento de las palabras de Jesús?
Se lee en Mateo 24:23-25 "Entonces, si alguno os dijere:
Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo
creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas,
y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he
dicho antes." Dudas, conflictos...
CONFLICTOS, QUE LOS HAY, LOS HAY...
Nuestra primera reacción ante situaciones conflictivas nos hará
decir: "más vale malo conocido que bueno por conocer."
Qué pasa si el corazón dice sí y la mente dice no; ~ a veces
confundimos lo que pensamos con lo que sentimos ~
Para ver el fruto, no es necesario ser tan cautos ya que en el
transcurrir, no podremos ni plantar ni cosechar. Debemos creer
evitando caer en una excesiva cautela que apague el Espíritu.
En Juan 20:29 leemos lo que Jesús, una vez resucitado, dijo a
Tomás: "Porque me has visto, creíste; bienaventurados los
que no vieron y creyeron." Recuerden aquel dicho: "los
que se oponen al nuevo mover de Dios, son, generalmente, quienes
participaron del avivamiento anterior."
Yo sé muy bien cuál es el riesgo; la espera excesiva a
merced de una cautela obsesiva, que pretende velar por una sana
doctrina, puede apagar el fuego que viene de Dios. Es digno acaso
esperar un mes, un año, una década, para determinar la
veracidad del mover? Tendré esa oportunidad? Habría que
escuchar esa voz en el corazón. No es necesario llegar hasta el
punto de reflexionar amargamente años después: "si tan
solo hubiera sido más flexible, cuánta bendición habría
recibido mi ministerio." Muchas veces, al mirar atrás, tuve
que arrepentirme de no haber obedecido a "esa suave voz en
mi corazón."
Y, LA HISTORIA, SIEMPRE SE REPITE...
Jesús dijo en Lucas 11:47 "Ay de vosotros!, que edificáis
los sepulcros de los profetas, a quienes mataron vuestros
padres."
La historia de la Iglesia no relata que con las mismas piedras
que se arrojaron a los hombres de Dios, se edificaron sus
monumentos.
Sin duda, habrá muchos Nicodemos: esos que llegan en la noche, en cuclillas o a escondidas, tratando de escuchar, criticar, ver o aprender, sólo a lo lejos; evitando un real compromiso.
Jesús vino para anunciar al mundo el camino de salvación, hecho que conmovió al pensamiento de los religiosos judíos; quienes mostraron su desacuerdo al decir: "Esto no es de Dios."
ALZAD LOS OJOS...
Necesitamos elevarnos sobre todo lo que nos limita, ya que la
segunda venida de Cristo está cerca. Al finalizar la era de los
gentiles, miles de ellos se convertirán.
Y el profeta Isaías nos anuncia en 60:4-5 "Alza tus ojos
alrededor y mira: todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus
hijos vendrán de lejos y tus hijas serán llevadas en brazos.
Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará
tu corazón, porque se ha vuelto a ti la multitud del mar, y las
riquezas de las naciones hayan venido a ti."
Si han sido partícipes en el pasado de gloriosos avivamientos, ya sea en su iglesia o en su nación, seguramente recordarán los conflictos internos que hubo que soportar hasta abrazar la revelación. Bien dijo Jesús en Lucas 5:39 "Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor."
Pero ahora el Señor os invita a beber del vino nuevo!