EDITORIAL

Por Eduardo E. Pierini

Renovamos el contacto con nuestros queridos hermanos que siguen la lectura de nuestra revista como un oasis en medio del desierto.
Sabemos que en un oasis todo depende del agua, y que un desierto solo puede florecer y ser fértil si hay agua. Sin agua, todo se agota, todo se muere.

Nuestra pretensión y deseo íntimo con cada número de "Rhema" que llega a vuestras manos es que sea como agua refrescante para el alma sedienta.
Si en medio del desierto encuentras agua por algún sitio, tienes que seguirle la pista para encontrar el manantial.

La única fuente de vida es nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo. Si este río de agua te lleva a la fuente, nuestro deseo se habrá cumplido.
En medio de tanta actividad que realizamos para Dios, no perdamos de vista el motivo y centro de nuestras vidas.

Cualquiera sea la etapa del desarrollo en que se encuentre nuestra vida cristiana,esta dependerá
únicamente del contacto diario que tengamos con el manantial de la vida.

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