REVISTA RHEMA

 

SER GENEROSOS
Por Nelio Perez

 

La generosidad es según la definición corriente, la inclinación o disposición a sacrificarse en bien de los demás. Una persona generosa sería entonces alguien desinteresada y desprendida, dispuesta a darse sin condicionamientos.
Es lo que el ser humano espera de su prójimo; de su familia, de su gobierno, aunque el mismo no esté dispuesto a ejercer generosidad , lo desea de los que le rodean.
Pero, no me refiero a esa cualidad que algunas personas tienen, o que han adquirido por esfuerzo personal o por tendencias hereditarias. NO! No es esa mi intención, sino que pretendo hablar de la GENEROSIDAD que nace en el cielo y para ello nada mejor que ir a la fuente del conocimiento divino que es Su Palabra. Preste atención a las siguientes escrituras :

Mateo 6:22-23. "La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas"

Quiero compartirle la interpretación que estudiosos judíos-cristianos hacen de estas palabras de Jesús. Como es sabido los originales del Nuevo Testamento fueron escritos en el idioma griego, pero estas palabras fueron dichas en el habla de la gente común de los tiempos de Jesús y ésta, era el arameo.
Estiman estos estudiosos, que las palabras dichas por Jesús eran una expresión idiomática y que se estaba refiriendo al tema que nos ocupa: la generosidad o su lado opuesto, la mezquindad. Veamos según ellos como sería para nuestro conocimiento el texto mencionado :

"La lámpara del cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es generoso (si Ud. es GENEROSO)
todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es mezquino (si Ud. es MEZQUINO, to-
do tu cuerpo estará en tinieblas>

El Señor dijo estas palabras en un entorno o contexto escritural que tiene que ver con nuestras acciones en relación a Dios y a nuestro prójimo. Esto lo vemos cuando se mencionan nuestras responsabilidades en cuanto a dar limosnas y ofrendas, levantar oraciones y practicar el ayuno, pues todo esto está vinculado con actitudes que nos impulsan a desprendernos de algo. Tales cosas como: bienes materiales, tiempo disponible para nuestro placer o el dejar de comer lo que más nos apetece, cuando lo hacemos, están hablando de una actitud generosa.
Por otro lado, en el mismo contexto, y para que no queden dudas, el Señor hace de esto una cuestión de señorío. ¿A quién servimos? Si servimos a Dios , lo resultante será este ojo bueno o sea un espíritu generoso. Si servimos a Mamón o al egoismo, lo resultante será el ojo malo o sea el espíritu de mezquindad. En realidad, Jesús nos confronta con los dos caminos que tenemos por delante: GENEROSIDAD O MEZQUINDAD y el tener uno u otro depende de nuestra elección del SEÑOR a quien servimos .
A esta altura de nuestra reflexión sobre las palabras de Jesus, sería bueno hacernos la pregunta siguiente:
¿TODO LO QUE HACEMOS ESTA BAJO EL ESPIRITU DE GENEROSIDAD?
Meditemos unos momentos:
? ¿Qué de las acciones que solamente hacemos por ser cumplidores y obedientes?
? ¿Qué de las acciones que solamente hacemos porque conocemos que son buenas?
? ¿Qué de las acciones que solamente hacemos porque hay que vestirse de buenos cristianos?
Si consideramos estas cosas como suficiente examen personal para apreciar si tenemos un OJO BUENO o UN ESPIRITU GENEROSO, sería un análisis demasiado superficial de este asunto, porque sólo podríamos ser "CUMPLIDORES" de algo y debemos recordar que la letra fría mata y no edifica en lo espiritual .
Ademas; pensemos juntos en otras consi-deraciones de este tema:
? ¿Qué si somos generoso con los asuntos de dinero y tenemos una actitud de menosprecio hacia nuestro prójimo, con cosas tales como hablar mal de él o con envidia que nos carcome por dentro?
? ¿Qué si somos generosos en muchas áreas de la vida, pero desarrollamos en nuestro interior un mayor concepto de nosotros mismos de lo que debemos tener, a tal punto que no podemos perdonar las ofensas y los pecados de otras personas?
? ¿Qué si tenemos tanta justicia propia porque Dios nos habla y porque disfrutamos de Su Presencia, pero perdemos la visión de compromiso con la gran necesidad del mundo actual que está lleno de personas que sufren y que caminan a la perdición sin ninguna esperanza?
? ¿Qué si nos ocupamos de muchas cosas, hablamos y decimos tantas otras, pero descuidamos la fidelidad al Señor y el espíritu generoso que debe ser la motivación de nuestro cumplir con las finan-zas de Dios en la iglesia o la obra misionera?
En realidad, podríamos seguir preguntándonos por diversos asuntos que tiene que ver con nuestro tema, pero esto es suficiente para comprender, que lo que quiso decir Jesús en la Palabra abarca todo lo que somos y todo lo que tenemos. Que debemos buscar el equilibrio correcto en todas nuestras acciones. Equilibrio que sólo es conseguido cuando la luz de Dios penetra en todas las áreas de nuestra vida.
Alguien podrá decir que es muy difícil tener este OJO BUENO o este ESPIRITU GENEROSO y en realidad es así cuando lo miramos desde nuestras pobres limitaciones humanas. Si lo intentamos con nuestras fuerzas, será solamente un legalismo, una acción religiosa. Pero, Dios no nos ha llamado a ser religiosos, sino seguidores de Aquél que es el supremo ejemplo de generosidad: JESUCRISTO.
Si la luz de Dios alumbra nuestro inte-rior,veremos la mezquindad de nuestro egoismo y juntamente con ello, el hermoso Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, nos guiará para encontrar la senda correcta a la generosidad, para que nuestro ojo sea bueno por la obra del único que puede hacerlo: Jesús .
Sin embargo, que hacemos, tomamos la promesa y actuamos en conformidad a ella: "DAD Y SE OS DARA"... dice la Palabra. Acción cada día y dependencia del cielo por la maravillosa gracia del Señor. Amen!

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