REVISTA RHEMA
EL CUMPLIMIENTO DE LOS TIEMPOS
Por Jorge Lacovara
Había transcurrido una semana difícil. Me hallaba en mi escritorio teniendo un tiempo
de oración, pero encontré una fuerte resistencia espiritual, fuera de lo común.
Entonces, oré estas palabras: "Señor, siento el anhelo, de que tú me des tu
Palabra, esa palabra viva. Ya hice todo lo que está a mi alcance, ahora sólo resta tu
intervención". Fue entonces que escuche la voz del Espíritu Santo diciéndome:
"Sube al monte". Seguí orando y vi en visión lo siguiente...
Un monte alto, muy alto; y me veía a mí mismo subiendo ese monte. El cielo estaba gris,
cerrado, muy oscuro. Parecía que ese cielo sería imposible de franquear. Seguí subiendo
hasta que llegué a la cima. Cuando la alcancé, dije: "Dios, ya hice lo que tú me
dijiste, ¿qué quieres ahora?" Y en un instante, ante aquello que estaba viendo,
escuché una voz y se abrió como un hueco en los cielos. La voz dijo: "Pero cuando
vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo nacido de mujer y nacido bajo la
ley". No era otra que la cita literal de Gálatas 4: 4; sin embargo las palabras que
sonaban y se repetían en mi alma, vez tras vez, fueron: "pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo Dios envió a su Hijo".
Estamos a las vísperas de algo trascendental; lo que Dios va hacer es mucho mayor que
aquello de lo cual hemos sido testigos.
Cuando escuché esa voz fuerte decir: "cuando vino el cumplimiento del tiempo",
se abrió, como dije, un hueco en los cielos y pude ver un antiguo y gran reloj de arena.
Ese reloj estaba medio inclinado. Nuevamente escuché la voz del Espíritu decir:
"Este cielo que abro, es el cielo del futuro. Quiero que sepas que esto es lo que voy
a hacer en breve". Ese antiguo reloj de arena tenía casi lleno su recipiente
inferior, sólo restaban unos poquitos granitos de arena en la parte superior del mismo,
cayendo uno tras otro lo que restaba. Me dijo Él: "Este es el reloj que mide los
tiempos de Dios y poco es lo que resta"
Luego que oí sus palabras, me dirigí a esa escritura y empecé a estudiar la Palabra de
Dios. Hallé que lo traducido aquí con la palabra "cumplimiento" era la palabra
griega pleroma que significa: "después de que todo lo que debía suceder ya pasó,
entonces es cuando Dios allí hace su obra".
CAMBIOS
¿Qué cosas son las que tenían que pasar?, me pregunté.
El Espíritu me llevó a Mateo, capítulo 24. Es el capítulo en el cual Jesús habla de
las distintas cosas que serán las señales del fin, pero fijen su atención en el
versículo 29: "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el
sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo y
las potencias de los cielos serán conmovidas".
"Y las potencias de los cielos serán conmovidas". Esta palabra
"potencias" traducida del griego son: "poderes espirituales. Se refiere a
principados, a gobernadores, a reyes de las tinieblas. Esos son -dice-- los poderes
espirituales que se conmoverán, se sacudirán.
Yo estaba orando y meditando acerca de estos poderes espirituales que serían conmovidos,
cuando Él agregó: "Esa es una de las razones de la convulsión espiritual en los
aires. Mucho de lo que ves, aún en lo exterior en el mundo, es el resultado de cambios
que se están produciendo a nivel espiritual en los aires. Cuando termina un siglo termina
una etapa de gobierno de los espíritus de las tinieblas y otros reyes, otros principados,
ocupan el lugar del que lo ocupaba anteriormente".
Y siguió diciendo: "Ahora que estás viendo los cambios de poderes, ese movimiento
angelical tanto mío como del enemigo, tengo algo que decirte: Antes de que los reyes del
enemigo sean cambiados, Mi ejército ya está preparado ".
Escuchó, el ejército de Dios ya está preparado. Ya sabe cuales son los príncipes y
reyes que van a reinar en este siglo, y ya están las armas provistas para pelear contra
esos enemigos.
Recordemos que la palabra "cumplimiento" significa : "todas las cosas que
tenían que pasar, pasaron". Le quiero decir que hay cosas que aun tienen que pasar.
La palabra de Gálatas, correctamente interpretada, corresponde al momento cuando Jesús
fue enviado a este mundo bajo el tiempo de la ley, y dice que Dios envió a su hijo
después que la ley había estado sobre el mundo muchos años, e incluso después de haber
permitido que todo tipo de filosofías de los hombres se pusieran en ejecución, y que el
pueblo de Dios y el que no era pueblo de Dios vieran que esas filosofías y toda esa ley
no les alcanzaban para llegar a Dios, que no les servía. Pero todo ese tiempo tenía que
transcurrir.
El Espíritu de Dios me decía: "Es necesario que el pueblo de Dios sepa que hay
cosas que tienen que suceder; es necesario que sepas que alguna vez, o que unas cuantas
veces, vas a sentirte como derrotado, frustrado, decepcionado, como que no alcanzas lo que
quieres de Dios. ¡Pues eso mismo es de Dios! Dios lo está permitiendo para que en el
corazón se despierte hambre y sed, y un clamor que diga: --Oh, Dios, ¡ven!".
¿Comprende? Necesita enfrentarse cara a cara con los fracasos; necesita enfrentarse cara
a cara con la decepción, con la derrota, con el desánimo, porque detrás de eso se está
cumpliendo un tiempo, todas las cosas tienen que pasar, todas las cosas tienen que
cumplirse. Y cumplido el tiempo, Dios envió a su Hijo. ¡Aleluya!
A TRAVES NUESTRO
Mientras todo esto no dejaba de sorprenderme, de pronto surgió la segunda palabra. Dice
"Dios envió a su Hijo", pero, ¿cómo lo envió? Volvemos a Gálatas 4:
"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo Dios envió a su Hijo", ¡y lo que
sigue es tremendo! Dice: "nacido de mujer". Ese Hijo va a venir, pero lo hará
en carne... ¡a través de nosotros! No estoy diciendo que él vendrá como una persona,
sino que Él va a venir a través nuestro.
La 1ª. Epístola de Juan 4:1,3 dice: "Amados, no creáis a todo espíritu sino
probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo. Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios;
y éste es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que
ahora ya está en el mundo". Observemos la diferencia entre el Espíritu de Dios y el
espíritu del anticristo: el Espíritu de Dios es aquel que confiesa que Dios ha venido en
carne. De las Biblias en español se llega a entender que este texto se refiere a Jesús
de Nazaret que vino en cuerpo, ¿verdad?, y sí, Jesucristo ciertamente ha venido en
cuerpo; sin embargo, esa no es la traducción correcta . Porque aquí hay un verbo cuya
traducción del griego al español no existe. Se trata de un tiempo "presente
continuo". La traducción que nosotros tenemos dice: "todo espíritu que
confiesa que Jesucristo ha venido"; hablando de un pasado. Pero en el original griego
dice: "todo espíritu que confiesa que Jesucristo está viniendo hoy", en un
tiempo presente continuo. No está hablando del Cristo que caminó en Nazaret, sino que
está diciendo que Cristo viene hoy a la tierra, a través nuestro. "Todo espíritu
que confiesa que Jesucristo está viniendo (hoy)en carne". Hoy puede venir a través
suyo, hoy puede venir a través mío, hoy puede venir a través de otro. Hoy Jesucristo
está revelándose. Todo espíritu que confiese que Jesucristo está viniendo hoy en carne
nacida de mujer, ése es el Espíritu de Cristo; mas el espíritu que dice que no es así,
que no está viniendo en carne, es aquél que no lo está aceptando. Este negar es más
que sólo de palabra. Sí yo no estoy aceptando que Jesús está viniendo en carne, estoy
negando la obra de la cruz; porque la única manera que Cristo puede ser revelado a
través mío es cuando yo muero, cuando soy crucificado y Cristo vive en mí. No podría
Cristo vivir aquí si no hubiera sido hecha la obra de la cruz. El espíritu del
anticristo niega la obra de la cruz, aborrece la obra de la cruz, mas el Espíritu de Dios
exalta la obra de la cruz, exalta el sacrificio de Jesús, y por eso dice que ese Dios
vendrá cuando el tiempo se cumpla, y que vendrá nacido de mujer, a través suyo y a
través mío.
Volvamos a Gálatas: "cuando vino el cumplimiento del tiempo Dios envió a su
Hijo...", y luego el versículo 5: "para que redimiese a los estaban bajo la
ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos." La palabra redimir también
es "rescatar", y ese Cristo que está por venir a la tierra nacido de mujer,
nacido en la iglesia y de la Iglesia, será uno que viene para rescatar al cautivo. Él
pagó el precio para recobrar nuestras vidas del poder que ataba nuestros corazones; Él
tiene derechos y Él está por levantarse en este mundo, está por manifestarse, está por
revelarse, está por venir nacido de mujer y mostrará su gloria en medio de la tierra.
UN CORTO TIEMPO
Cuando terminé de estar delante del Señor, los cielos se cerraron otra vez y solamente
escuché la voz de Dios diciéndome: "Hijo, esta palabra es para de aquí a un breve
tiempo, no falta mucho. Ya te lo mostré, no resta mucho; es poco". Dios lo está por
hacer. Solamente me dijo: "Necesito que esta palabra llegue a tierra".
Estoy sintiendo que más y más estamos llegando a tiempos en los cuales viviremos
experiencias tremendas con mucha actividad angelical, que hasta se harán visibles como a
Pedro cuando apareció un ángel para librarlo de la cárcel . Percibiremos la cercanía
de la actividad angelical del mundo invisible como nunca antes lo hemos vivido; pero la
razón de la necesidad de esa manifestación de Dios, de esa manifestación angelical, es
porque el enemigo también se ha levantado fuerte y necesitamos una fuerza mayor en el
espíritu que prevalezca sobre el enemigo.
Tengo que repetir lo que dije: Que antes que las potencias, los poderes espirituales, se
conmuevan, se sacudan, y sean cambiados, Dios ya tiene su pueblo, su ejército, preparado
para vencer y para derrotar todo principado, toda gobernación en los aires, todo temor,
toda duda, toda decepción. Él está para hacer una obra grande. ¡Qué hermoso es saber
que Dios tiene planes tan preciosos para nosotros!
¿Qué hacer después de palabras como estas? Después que Dios muestra su verdad,
después que Dios revela su gracia, lo único que resta es seguir abriendo nuestro
corazón a Dios y que Él nos prepare para ese día glorioso que está muy, muy cerca.
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