REVISTA RHEMA

COMPARTIENDO CON LAS NACIONES

NOTICIAS

Luego de tres meses de ausencia, ministrado en diferentes paises, estamos gozando nuevamente de nuestro dulce hogar en la Argentina; no por mucho tiempo...

Síntesis de actividades:

En el mes de abril, concluimos seis meses de intensa actividad, paralelamente al obrar poderoso de Dios en nuestro medio.
Cuando recién comenzaba el año lectivo de nuestro Seminario Bíblico, en el mes de marzo, Dios nos indicó que viajáramos para compartir en otras tierras lo que Él derramó entre nosotros en aquellos meses. Recuerdo una mañana que Dios indicó leer nuevamente el capítulo 47 de Ezequiel, ese conocido pasaje de las Escrituras que nos habla acerca del río de Dios fluyendo. ¡Oh, sí, conocíamos muy bien esta Escritura! Su río fluyó con poder entre nosotros, ininterrumpidamente. ¿Qué quería Dios destacarnos en ese pasaje que no hubiéramos leído ya? Claramente, como Él lo hace al vivificar su Palabra en nuestros corazones, resaltaban las palabras "el río fluye hacia oriente " y emergería en ello una medida nueva para vosotros. Por lo tanto, nos encaminamos en esa dirección.

Oriente

Estuvimos ministrando un mes en Taiwán y dos semanas en Malasia, entre iglesias visitadas anteriormente y otras nuevas; muchos de ellos ya nos habían visitado en la Argentina en temporada veraniega cuando el mover de Dios estaba en su clímax. La actividad era tan intensa que prácticamente no tuvimos días de reposo, pero damos gracias al Señor por renovar nuestras fuerzas a cada momento, y por su unción y su palabra, para suplir las necesidades de cada lugar visitado.

Tierra de Gran Oscuridad

Tailandia fue nuestro tercer objetivo, siendo la primera incursión en ese país. Tanto el desafío como la lucha fue grande. Nos encontramos en lugares dónde la sed de Dios era tan pequeña, pero sin embargo vimos un sinfín de ocupaciones y actividades por doquier, convocadas en su Nombre.
Estábamos por concluir nuestro viaje en esa región, pero con un interrogante en nuestros corazones, veíamos la gran necesidad de esa tierra; la prostitución en las calles escapa a toda imaginación: niños, jóvenes, sin límite de edad, la cual calificamos de Sodoma y de Gomorra. Por cierto, todo esto gritaba fuertemente en nuestros rostros. Y nuevamente se agitaba una pregunta en nuestro ser: ¿Dónde estaba el pueblo de Dios tan imperiosamente ansioso de una visitación celestial que destronara esa gran oscuridad? ¿Acaso Dios nos llevó hasta allí, sólo para ver corazones "satisfechos?"
¡Claro que no! Un grupo de hombres chinos de negocio, residentes en Bangkok, anhelaban un obrar de Dios real en su medio, pero no sabiendo cómo trascender los límites que la religión muchas veces impone, fueron sorprendidos por el mover poderoso del Señor. La imagen de lo que Dios hizo allí durante ese tiempo, quedará para siempre atesorado en nuestros corazones.

Vistamos el norte del pais, allí un horfanato que apenas abría sus puertas, intentaba sacar de las garras del devorador las vidas de los pequeños. Padres que prefieren entregar sus hijos a la prostitución, pues para ellos significa una fuente de ingresos, que concederlos en manos de aquellos que les proveerán de un futuro digno y de una esperanza eterna. El obtener de cada niño implica mucha oración y contienda con la fuerzas de oscuridad. Desafiamos a nuestros lectores a interceder por esta nación.

Nuevos Horizontes

Cuando tuvimos un intervalo, hicimos el recambio de valijas, ya que hasta entonces las altas temperaturas fueron auspiciosas. Nos esperaba el continente australiano y algo más. Nuestro cuarto objetivo cubrió: Tasmania, Melbourne, Costa de Oro, Brisbane y Sydney.
En cada una de estos lugares la experiencia vivida y las cestas de panes repartidos fueron abundantes y provistas del cielo. También a este respecto podríamos escribir un sinnúmero de páginas, pero prometemos que habrá más testimonios y mensajes compartidos en aquellas tierras, en un futuro cercano.

Un Testimonio Valioso

El fin de nuestro objetivo tuvo una gran sorpresa. Tomamos conciencia que el Señor estaba midiendo mil codos más para nosotros en el río. Cuando las aguas son profundas y no podemos hacer más pie, la corriente nos lleva hacia donde no podemos imaginar...
Terminamos ministrando en Perth, una ciudad que no estaba incluida en nuestro itinerario. Allí pudimos conocer al fundador de lass iglesia Betania de Indonesia, Rev. Alex Abraham, de sesenta y ocho años, un varón de Dios manso y especial. A continuación, compartimos con ustedes el testimonio de este siervo de Dios, sabiendo que será de bendición como lo fue para nosotros.
"El Rev. Alex Abraham se convirtió al Señor de adulto, luego de vivir una experiencia difícil; atropelló con su automóvil a un joven, cuya vida pendía de un hilo. Indonesia, país de religión musulmana, tiene reglas de juego extremadamente severas: "ojo por ojo; diente por diente". Este incidente lo acercó a Dios, quien sanó milagrosamente al joven.
Otra prueba dolorosa le esperaba; su hijo nació en estado vegetativo. En su clamor y en su dolor, Dios le envió socorro desafiándolo a creer en la sanidad total de su hijo. Pudo realmente ver el poder de Dios obrando en el niño, quien en pocos meses estaba totalmente sano.
Pasaron los años. Siendo pastor de una iglesia, con una congregación de 700 miembros, edificó un santuario con capacidad para 3000 personas. Recién terminada la edificación, tuvo una visitación especial de Dios en su vida asociable con un paro cardíaco por la intensidad de la experiencia. Pensó retirarse del ministerio por haber cumplido cincuenta años, ya que en las Escrituras se establece que los sacerdotes se retiraban de su actividad a esa edad. Convencido que en Dios no hay retiro o jubilación posibles, y frente a una nueva consagración de su vida al ministerio, una segunda y extraña experiencia cambiaría el futuro de la obra en Indonesia.
Dios le hizo una pregunta: "¿Qué quieres que haga?" Muy sorprendido y sin saber realmente qué contestar, dijo: "Espíritu Santo, pide tú por mí, yo no sé qué pedir." Y la respuesta llegó, "Pide mucha gente". Cuando Dios lo visitó y preguntó nuevamente, él contestó: "Dame mucha gente". Y sorprendido escuchó otro interrogante nuevamente de parte del Señor: "¿Dónde pondrás la gente?". La respuesta, por supuesto, fue: "En el nuevo lugar". El Señor le recordó: "Pero me has pedido mucha gente, ese lugar no alcanzará. Pide por tierras."
Había que compartir todas estas buenas nuevas con el resto del ministerio y los ancianos de la iglesia. Por supuesto, hubo quienes pensaron que era una locura. ¿Aún no habían terminado el nuevo santuario que debían comprar más tierras? Con el apoyo de los valientes, creyeron la Palabra y compraron tierras: "una ciénaga"; ciertamente a muy bajo precio. Les llevó siete años rellenar ese lugar. Mientras tanto, la zona fue valorizándose diez veces más. En el mes de noviembre de 2000 inaugurarán un templo apto para 20,000 personas. La iglesia actualmente congrega cada domingo alrededor de 18.000 miembros, con seis reuniones durante el día y sesenta reuniones más, programadas en la ciudad de Surabaya, que suma más de 60.000 miembros; cuyos cultos tienen una asistencia de entre 2500 y 3000 personas, y es considerada la iglesia de mayor crecimiento mundial.

Hay que destacar, como ya habrán leído o escuchado en los medios de comunicación, que muchos cristianos de esta nación mueren en manos de los musulmanes por mutilaciones o bombas tras sendas persecuciones. No escapan a esta experiencia los niños que si se niegan a no declinar su fe en Cristo, no sólo son matados sino muchas veces sus miembros son lentamente mutilados. Estas dolorosas experiencias se sucitan mayormente en algunas de las islas que conforman el país.
Esta es una región de extremos; existe una verdadera puja entre el reino de la luz y el reino de las tinieblas. ¡Es una lucha terriblemente poderosa! Pero hay un solo vencedor: "Jesucristo."

Indonesia, Una Promesa

Este valioso varón de Dios nos invitó insistentemente a viajar y a ministrar en su medio. Luego de contundentes confirmaciones de parte del Señor, extendimos nuestro viaje y visitamos a nuestros hermanos en Indonesia.
Con ellos compartimos hermosas reuniones. El Señor dio una clara Palabra para la nación y su gente. Nuevamente, el próximo noviembre viajaremos para la inauguración del nuevo santuario.
Concluimos diciendo que fuimos testigos del cumplimiento de la Palabra de Dios dada a un hombre. Fuimos testigos de los cielos abiertos sobre un pueblo necesitado y, fuimos testigos que toda palabra que sale de la boca de Dios no volverá a El vacía, sino que cumple su cometido para el cual fue enviada.

Reconocimiento

Agradecemos inmensamente a los grupos de oración de nuestras congregaciones quienes nos respaldaron en oracion todo este tiempo delante del Trono de Gracia. A consecuencia de la gran exigencia de todo este viaje, que solamente tuvo cinco días de descanso en tres meses de actividad constante, el Señor fue nuestra fuerza; Él fue quien sostuvo nuestra salud. Fuimos conscientes de que había un pueblo intercediendo por sus pastores y por cada uno de los lugares que visitábamos.
El botín recogido es también para ser compartido con todos los que de una u otra manera son parte de nuestro ministerio en Cristo a las naciones.
Deseamos recordarles que toda comunicación de parte de cada uno de ustedes, a través de cartas personales o e-mail, son simpre recibidas con mucho afecto.
Finalmente, estamos grandemente agradecidos a Aquel que midió mil codos más en nuestras vidas, en ese precioso río que fluye del Trono de Dios.

Nuestro más cálido saludo en el amor de Cristo,

John & María de los A. Miller

peniel@infovia.com.ar



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